Inaugurar un local siempre es una buena noticia. Habla de un crecimiento, de las ganas y la fuerza de un colectivo por replicar y contagiar, de la intensidad con la que se viven procesos políticos de cambio como el que nos toca vivir hoy a la juventud.
Aparte del trabajo territorial que sostuvimos durante todo el 2008 en algunos de los barrios más postergados de la zona sur de la ciudad, como Villa Soldati, Parque Roca, Parque Patricios o Lugano, este año abrimos locales y comedores en Mataderos y la Boca.
El viernes 22/05/2009 fue el turno de Villa Urquiza. Ahí estuvimos junto a los compañeros de la Juventud Peronista y la Cámpora.
El saloncito del local daba a la avenida Congreso, medía unos cinco metros por tres, estaba recién pintado y fue cedido a nuestras organizaciones por su dueña, Mirta: “yo no lo estoy usando, chicos, usenlo para abrir un local partidario si quieren”. Los compañeros que se hicieron cargo de la preparación y apertura del nuevo espacio eligieron un nombre de peso para bautizarlo: “Centro Cultural Alicia y Damián Cabandié”, los padres de Juan Cabandié, legislador de la ciudad de Buenos Aires, secretario de la Juventud Peronista y referente de GEN.
Fueron más de cien militantes, amigos, familiares y vecinos del barrio los que se acercaron a la inauguración. Cuando pegaron el chiflido para que entremos, una parte pudo entrar, y la otra se quedó agolpada contra la ventana.
“Bienvenidos”, saludó el compañero de la Cámpora que hacía de anfitrión. “El objetivo que nos propusimos quienes abrimos este nuevo local es contagiar a los vecinos de la Comuna 12 con los valores del Proyecto Nacional”. Después de una pausa, el compañero compartió con todos los que estábamos ahí una pequeña reseña de quienes habían sido los padres de Juan: “Alicia jugaba al básquet en el Club Deportivo y Social Colegiales y Damián militaba en una una Unidad Básica del barrio llamada La Beto Simone, por un compañero caído en Ezeiza el día que Perón regresaba a la Argentina. Se conocieron cuando él se acercó al club con la excusa de montar una obra de teatro y a partir de ahí, en el año 75, empezaron a militar juntos”. El silencio era absoluto. La historia de muchos de nuestros padres flotaba en el pequeño salón de la avenida Congreso. “Con la apertura del local queremos homenajear a los padres de Juan y al resto de los 30.000 compañeros desaparecidos”.
En las paredes había varias fotos del último 10/12//2008, día internacional de la declaración universal de los Derechos Humanos, cuando Néstor y Cristina fueron a la Ex Esma: muchos de nuestros compañeros abrazados y con los dedos en V junto a ellos.
Después de que lo anunciaran, Juan Cabandie se puso al frente al micrófono: “Quiero decir que la alegría por estar acá es doble. Política, por un lado, porque nunca deberíamos haber abandonado los barrios y hoy estamos multiplicando nuestra fuerza y nuestro entusiasmo como juventud con nuevos locales en diferentes barrios de nuestra ciudad, y también porque estamos ejercitando la memoria”.
Sentados en el suelo había un par de fotógrafos. Algunas personas mayores estaban privilegiadamente sentadas sobre unas sillas de plástico. El resto, de pie. Desde la vereda la gente pidió que Juan hable más fuerte.
El orador subió el volumen de su voz: “Tenemos que llegar a los más jóvenes y a las mujeres: ellos son a quienes tenemos que interpelar políticamente. Y me parece importante que nos pongamos a disposición de los jóvenes que están en las listas del Frente para la Victoria (Andrés Larroque y Mariano Recalde, a quienes señaló, y sonrió), que los banquemos, que los acompañemos a todos los actos de la campaña".
Juan se corrió unos segundos del discurso para regalarle un mimo a Buscadita, una abuela de Plaza de Mayo que estaba sentada a un metro de distancia, “una abuela del corazón, que estuvo siempre a mi lado desde el día que recuperé mi identidad”. Ella fue quien le regaló el llavero con forma de pingüino que Juan levantó para que todos pudiésemos apreciarlo.
Juan siguió diciendo que “Carlos Héller encabeza el proyecto nacional y popular en la ciudad, y debajo de él vienen otros candidatos con mucho capital político. Las listas del Frente para la Victoria, compañeras y compañeros, son representativas de vastos sectores de nuestra sociedad, en especial, el de los trabajadores”.
Después de repasar algunos de los logros de la gestión Kirchnerista, y refutar algunos de los pobres fundamentos que desde la oposición tiran con la ayuda del dispositivo mediático, Juan volvió al principio: “Yo sé que muchos esperaban que hable de mis viejos, pero decidí que la mejor manera de homenajearlos era haciendo política, construyendo, proyectando, ganando espacios, contagiando fuerza y esperanza”. Acá se produjo el aplauso más prolongado y sentido de la noche. Juan agradeció y para cerrar, todavía entre la cortina de aplausos, levantó la mano, logró que se instale de nuevo el silencio, y dijo: “Todos ellos fueron heroicos, no solo los que condujeron, o los que están en los libros de historia, todas y todos, por una razón fundamental: el proyecto fue colectivo”.
Antes de que se sirvan las empanadas, pizzas y algo para tomar, el Cuervo Andres Larroque aprovechó el micrófono para contar que la primera vez que tuvo la oportunidad de charlar un rato, y a fondo, con Juan, había sido después de la marcha del 24 de marzo, en el año 2005. Que a partir de esa fecha profundizaron una relación que hoy está más afianzada que nunca. Que la generación de nuestros padres siempre fue modelo de coherencia y lucha y que hoy tenemos la suerte de formar parte de un movimiento que está transformado el país con muchas de las banderas que levantaba aquella generación.
Pasadas las once de la noche, y bajo un calor casi veraniego, el CC Alicia y Damián Cabandie, del barrio de Villa Urquiza, quedaba, así, formalmente inaugurado. Se ofrecerán talleres culturales y se militará la campaña todos los días de la semana.
Como cierre, y de yapa, la foto de cuatro pequeños kirchneristas que estuvieron toda la noche más allá del bien y del mal.
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